Referentes provinciales participaron, en La Pampa, del II Congreso Iberoamericano de Equinococosis, XLIV Jornadas Internacional de Hidatidosis y la XXXIX Jornadas Nacionales de Hidatidología, ocasión en la que presentaron el curso FASE (por sus siglas en inglés: ecografía enfocada a la equinococosis). Se trata de la octava provincia en la que se dicta el programa rionegrino, además de Chile y Kirguistán.
Referentes provinciales participaron, en La Pampa, del II Congreso Iberoamericano de Equinococosis, XLIV Jornadas Internacional de Hidatidosis y la XXXIX Jornadas Nacionales de Hidatidología, ocasión en la que presentaron el curso FASE (por sus siglas en inglés: ecografía enfocada a la equinococosis). Se trata de la octava provincia en la que se dicta el programa rionegrino, además de Chile y Kirguistán.
El encuentro, realizado en la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad Nacional de La Pampa con sede en General Pico, se lleva a cabo en forma anual y tuvo como objetivo compartir experiencias de trabajo, ejes de abordaje de la enfermedad, y actualizar conocimientos en un marco interdisciplinario.
Participaron por Río Negro los médicos veterinarios Pablo Crowley, Guillermo Mujica y Edmundo Larrieu, y los médicos cirujanos Mariano Sobrino, Juan Carlos Salvitti y Leonardo Uchiumi.
Al respecto, Uchiumi expresó que durante las dos jornadas “se analizaron distintos aspectos, como el impacto de la pandemia COVID y el abordaje Una Salud declarado recientemente por la Organización Mundial de la Salud, modelo que Río Negro viene aplicando desde el comienzo del programa en la década de 1980, con una identidad bien definida, marcando siempre un poco el rumbo y exponiendo y transfiriendo conocimientos en lo que se ha avanzado mucho”.
El médico cirujano recordó que “en la década del 80 la provincia tenía 5.6% de niños positivos a ecografías con quistes hidatídicos hepáticos y hoy la incidencia es del 0.2, 0.3 %” y agregó que “la equinococosis quística o hidatidosis era una enfermedad predominantemente quirúrgica. Hasta el año 2000 era la única opción de tratamiento, pero la ecografía como método de diagnóstico y el albendazol, como fármaco eficaz para los quistes hidatídicos hepáticos, fueron los dos cambios más importantes que tuvo el manejo de esta enfermedad tanto desde el punto de vista de diagnóstico como terapéutico”.
Por último, señaló que “si bien hay una tendencia histórica a la baja de casos, se deben continuar con las medidas de prevención para tratar de evitar la aparición de nuevos casos, que por efectos de la pandemia y al haber concentrado la mayoría de los recursos en la misma podría haber un aumento, tendencia que se observa en algunas provincias.
Entre las principales medidas se encuentran la desparasitación periódica de los perros y la educación sanitaria remarcando no dar vísceras crudas de pequeños animales como ovejas o cabras a los perros, quienes finalmente se parasitan y contagian al ser humano a través de huevos microscópicos que el perro elimina con la materia fecal y continuar con la búsqueda activa de nuevos casos en particular en niños mediante ecografía, esto permitirá tratar a la gran mayoría con antiparasitarios y evitar una futura complicación o crecimiento del quiste.