Es importante tomar ciertos recaudos a la hora de comprar y de consumir alimentos.

Al momento de comprar

• Iniciar con los alimentos que no requieren refrigeración y dejar para el final aquellos perecederos como carnes, pescados, aves, lácteos y productos congelados.
• Verificar que los productos congelados estén adecuadamente conservados en los establecimientos, manteniendo la temperatura indicada en el envase. En caso contrario, informar al responsable del local.
• Si se solicita la entrega a domicilio de los productos, colocarlos de inmediato en la heladera y/ o freezer al recibirlos, para preservar su calidad y frescura.

Al momento del consumo

• No deben permanecer afuera de la heladera por más de una hora antes de comerlos, recalentar, refrigerarlos o congelarlos.
• Evitar cortar la cadena de frío ya que en el verano, los alimentos son más susceptibles al desarrollo microbiano.
• Si se los transporta fuera del hogar (río, playa) hacerlo en las cantidades que se vayan a consumir y siempre en forma refrigerada (heladera portátil) protegidos del sol. Si esto no es posible, elegir alimentos que soporten mejor las condiciones de temperatura ambiente, tales como enlatados y frutas.

Ante un corte de energía eléctrica

• Mantener las puertas de la heladera y del freezer cerradas. En tal caso, la heladera conservará los alimentos fríos durante unas 4 horas, y el freezer mantendrá la temperatura por aproximadamente 24 horas si está a medio llenar, y por 48 horas si está completo.
• Si el corte de luz se prolongara por más de 4 horas, colocar los alimentos en heladeras portátiles o en recipientes herméticos con hielo.
• Los alimentos que estén en el freezer y que se hayan descongelado parcialmente, pueden volver a congelarse sin peligro solamente si todavía mantienen cristales de hielo, o si su temperatura es menor a los 5º C.
• Una vez que la energía eléctrica regrese, será necesario evaluar cada alimento por separado. En caso de tener dudas sobre su estado, se recomienda descartarlo.