La encuesta nacional sobre juego patológico fue diseñada para conocer y medir la incidencia del juego patológico y a su vez, identificar distintos aspectos derivados de los hábitos de juego.
El juego patológico es una enfermedad adictiva en la que el sujeto tiene un incontrolable impulso por jugar. Este impulso persiste y progresa en intensidad, consumiendo cada vez más tiempo, energía y recursos materiales y emocionales.
Es importante aclarar que el juego no es adictivo, sino la relación que el sujeto establece con ese juego. Por esto mismo cualquier actividad placentera puede ser adictiva.
Los resultados arrojaron que el 70.8% de los encuestados indicó no haber participado en apuestas de juego, deportivas u otras. Mientras que el 27.2% si jugó alguna vez en los últimos 12 meses.
MITO: “JUEGAN MÁS LAS MUJERES QUE LOS HOMBRES”
La predominancia es del sexo masculino (33%) sobre el femenino (21.7%).
Las personas de entre 50-64 años son quienes más llevan a cabo estas prácticas en un (33%).
MITO: “LOS CASINOS SON LOS ANTROS DE PERDICIÓN”
Otro dato es que, de los jugadores, el mayor porcentaje (49.1%) juega en agencias y un 24,6% en casinos.
MITO: “AFECTA A LOS MÁS POBRES”
Afecta a todas las clases sociales.
Para finalizar, podemos decir que el 1.6% de los encuestados integra la categoría de jugador patológico. Según los criterios de clasificación podemos indicar que los jugadores patológicos son mayoritariamente varones, en el rango etario de 30-64 años. En relación a otros consumos, este grupo de jugadores manifiesta fumar y tomar alcohol. Otras características de los jugadores patológicos es que son poliadictos y que tienen una comorbilidad un trastorno de base.